16.3.11

Problemas que se esconden en cicatrices.


Cuando no esperas nada de nadie y, mucho menos de ti misma. Cuando tu inutilidad supera a tu utilidad. Cuando lo único que haces últimamente es decepcionar a la gente. Cuando hasta te decepcionas a ti misma. Cuando ya no crees que seas suficiente para nada ni para nadie.
Cuando todo esto ocurre es cuando te preguntas qué es lo que haces aquí, que necesitas y por qué. Demasiadas preguntas sin respuesta se almacenan en tu cabeza y es en lo único en lo que piensas.
‘¿Debería sentirme orgullosa?’ Tan sólo te lo preguntaste una vez, ni dudaste la respuesta. Era un rotundo ‘no’. ¿Por qué deberías? No haces nada fuera de lo común, te esfuerzas pero no lo consigues. La gente empieza a hartarse de ti, les cansan tus contestaciones bordes, tu inmadurez adolescente, lo poco que valoras las cosas y, en cambio, lo bien que te sientes.
Pero se equivocan, tú no lo ves así. Tú no te sientes bien cuando haces eso, cuando te juegas la vida para olvidarte de tu dolor psíquico cambiándolo por el físico. Cuando tus problemas se esconden en unas cicatrices.

No hay comentarios:

Publicar un comentario